Los gatitos atigrados tienen un encanto especial, sobretodo si te miran como el de la foto. Para pirograbarlos son más dificultosos, pero el resultado es mucho más espectacular.
En este caso para darle un toque de ternura añadida, se me ocurrió enmarcarlo como si asomara por una pequeña ventana y además adornarlo con sus huellitas.
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